Volver

Canelones, un departamento de puertas abiertas a la migración

18 de Diciembre, 2020

Texto descriptivo de la imagen

En el Día Internacional del Migrante, el Gobierno de Canelones reafirma su compromiso con una migración segura, ordenada y regular; digna para todas las personas, desterrando la discriminación, el racismo y la xenofobia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como el Día del Migrante "teniendo en cuenta el número elevado y cada vez mayor de emigrantes que existe en el mundo, alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes.”

Actualmente la situación de los migrantes se ve muy afectada por el COVID-19 ya que han perdido sus puestos de trabajo, han sido desalojados y sufren discriminación. Millones están varados en países latinoamericanos, en muchos casos sin ningún ingreso, sin un lugar dónde vivir, sin posibilidad alguna de regresar a sus hogares debido a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia, entre otros. En estas condiciones de extrema vulnerabilidad corren mayores riesgos de ser víctimas de trata y explotación.

Según datos de la ONU, en la actualidad, una gran cantidad de personas vive en un país distinto de aquel donde nacieron, el mayor número hasta ahora. En 2019 el número de migrantes alcanzó la cifra de 272 millones, 51 millones más que en el 2000.

Entendemos que la pandemia no puede ser utilizada como una excusa para retroceder. Existen compromisos asumidos sobre promoción y protección de los derechos de los migrantes con independencia de su condición legal. Uruguay es signatario de la Convención para la protección de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias de 1990, de la Convencion Internacional sobre el Derecho de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, y en el marco nacional la Ley de Migración de 2008 y la ley de Refugio y de los Refugiados de 2006. No puede ser tampoco un pretexto para el uso cada vez mayor de la detención, a menudo en condiciones de hacinamiento, ni para la separación de los menores de sus padres, ni el retorno forzoso de los migrantes a sus países de origen sin el debido proceso.

Esta conmemoración también brinda la oportunidad de reconocer la generosidad y la calidez de las comunidades que acogen a los migrantes, que llegan prácticamente con las manos vacías. Pero no debemos equivocarnos, ese nuevo vecino que aparenta llegar con las manos vacías, es un hombre o una mujer en edad de trabajar, en edad de procrear, que trae sus conocimientos, su profesión u oficio, y su cultura para enriquecernos.

En los últimos años estamos viviendo una experiencia diferente en nuestro país, y en varias localidades del departamento de Canelones con migraciones internas de América Latina. Los diversos testimonios de extranjeros que viven en distintos municipios hablan de una comunidad que ha sabido mantener la tradición de amabilidad y recibir al migrante con las puertas abiertas. En tal sentido, creemos que Canelones es un buen departamento para vivir, trabajar y disfrutar.

Lamentablemente en un mundo cada vez más globalizado, las fronteras sólo detienen a las personas. La migración debería ser una elección, no una necesidad. Las personas en movimiento esperan un futuro más prometedor. Es nuestra responsabilidad colectiva crear un mundo más seguro y resiliente.