El Intendente de Canelones, Marcelo Metediera, y la Prefecta de la Provincia de Pichincha, Ecuador, Paola Pabón, junto a sus delegaciones, recorrieron distintos emprendimientos productivos del departamento como parte de las actividades en el marco del acuerdo de hermanamiento entre ambos territorios.
La agenda incluyó visitas a la Bodega Varela Zarranz, Molinos Santa Rosa y el Parque de las Ciencias, con el objetivo de intercambiar experiencias en producción vitivinícola y enoturismo, cooperativismo y política de inversiones, entre otras.
El acuerdo de hermanamiento entre Canelones y Pichincha, firmado en el año 2022 y actualizado en 2025, tiene el propósito de profundizar la cooperación en distintas áreas de interés para ambos gobiernos subnacionales.
En ese marco, ambas partes buscan fortalecer capacidades, intercambiar experiencias y promover el desarrollo sostenible en materia de desarrollo agropecuario, promoción del turismo, derechos humanos y género, gestión cultural y oportunidades de inversión.
Intercambios y aprendizaje
Durante la recorrida, Metediera destacó que el hermanamiento formalizado con Ecuador responde a un trabajo robusto de cooperación. En ese contexto, explicó que el relacionamiento con Pichincha se orienta a áreas como desarrollo económico, producción y género, con especial interés en el modelo cooperativo y la transferencia de conocimientos en el sector vitivinícola.
El Intendente señaló que este vínculo busca generar aprendizajes mutuos en diversas áreas y que, a pesar de las diferencias en extensión y población entre ambos territorios, existen realidades compartidas y oportunidades de trabajo conjunto.
Canelones cuenta con 4.500 km² y una población de 610.000 habitantes, mientras que Pichincha tiene 9.000 km² y 3,5 millones de habitantes, lo que evidencia una escala distinta pero complementaria en términos de políticas públicas.
Por su parte, la Prefecta Paola Pabón, subrayó el interés de su delegación en el modelo cooperativo de Canelones, resaltando su impacto tanto en términos económicos como sociales y su incidencia en el desarrollo local.
Ambas delegaciones coincidieron en la importancia de continuar fortaleciendo el hermanamiento a través de acciones concretas que beneficien a sus comunidades, con el compromiso de evaluar avances y ampliar las iniciativas conjuntas en el futuro.
Además, se exploraron posibles intercambios en el sector vitivinícola, destacándose la intención de Pichincha de fortalecer la producción de vino a partir de frutas autóctonas.
El intercambio de experiencias entre Canelones y Pichincha reafirma el compromiso de ambos territorios con la cooperación y el desarrollo sostenible en la región.
