Santuario Virgen de Las Flores
La imagen de la virgen de Las Flores fue traída desde Bra (Italia)por Antonio Bersanino (1838-1892),quien llegara a América en el año 1874, para instalarse en Uruguay en 1876. Es una talla de madera, recubierta de yeso, de 1,60 metros de altura.
Bersanino dedicó sus últimos años de vida al proyecto de construcción de un santuario para la adoración de la virgen de Bra en Uruguay. Fue así que partió rumbo a Italia para obtener una imagen de la Virgen.
En el año 1891, se realizó una novena en honor a la imagen en la Iglesia Metropolitana.
En 1892 Bersanino fallece, sin poder concretar su sueño de un santuario para la Virgen. La imagen quedó en custodia de la viuda de Bersanino y luego pasó a tutela de las hermanas Capuchinas, donde había ingresado la hija del matrimonio.
En 1915, se comunica a la viuda el deseo de los vecinos de La Floresta de erigir un santuario en honor a la Virgen. Finalmente. En el año 1916 fue trasladada al balneario por su fundador,el Dr. Miguel Perea, en medio de una nutrida peregrinación. Desde entonces dio comienzo a un fervoroso movimiento mariano y a varias peregrinaciones.
El Dr. Perea, abogado de profesión, inspirado en las empresas de forestación en Punta Ballena, de la mano de Antonio Lussich, había adquirido terrenos en esta zona, promoviendo una intensa forestación de pinos y eucaliptos, fundando la Sociedad Anónima de Arboricultura, Balneario y Fomento Territorial “La Floresta” en el año 1911.
Durante años la imagen permaneció en un santuario provisorio, en la playa, mientras el culto y adoración a la virgen cobraba más relevancia en el balneario. En el año 1930 el Dr. Perea viaja a Italia y se contacta con Don Orione donde firma un convenio para fundar la casa de La Floresta, en la estación La Floresta.
En el año 1960, los Hijos de Don Orione y los vecinos de la zona construyeron este santuario, inaugurado el 12 de octubre de ese año. Para concretar el proyecto el Sindicato de Iniciativas, fundado en 1928 para lograr la construcción del santuario, procuró donaciones, y entre otras actividades, organizó la rifa de un chalet en el balneario.
El templo es una construcción de estilo sobrio y sencillo, sus líneas arquitectónicas son finas y prolijas. La rampa de acceso al templo se eleva sobre el nivel del suelo, hasta llegar a la puerta de ingreso, dando la sensación de un ascenso. El ambiente interior, iluminado naturalmente por los vidrios de color amarillo, transmite una sensación de paz y serenidad.
En el entorno del santuario se encuentran las instalaciones realizadas por Don Orione, entre las que se encuentran huertas, plantaciones de árboles frutales y ombúes. En ellas se encuentra un hogar para jóvenes, una escuela de oficios, un colegio primario, una sala de encuentros y ejercicios, un tambo, una granja y una quinta.
En el año 1988, con la asunción de Mons. Orestes S. Nuti, obispo de Canelones, el templo y el altar fueron consagrados como un santuario diocesano.
Fuentes:
Barrios Pintos, Aníbal. 1981. Canelones. Su proyección en la historia nacional. Tomo II. Intendencia Municipal de Canelones.
Ministerio de Turismo y Deporte
Pérez Gorostizaga, Juan Augusto. 2002. Historia de La Floresta. En: 90 años de La Floresta. Liga de Fomento de la Floresta. Canelones.
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Dirección
Estación La Floresta