Con el objetivo de impulsar los productos nativos del departamento de Canelones, la representante de Slow Food canario Laura Rosano se reunió con integrantes de la Dirección General de Desarrollo Productivo. Además, impulsa un proyecto llamado “Restaurant Kilómetro o Slow Food”, que sería presentado en unos meses.

Slow Food es un movimiento internacional nacido en Italia en 1986, que se contrapone a la estandarización del gusto y promueve la difusión de una nueva filosofía del gusto que combina placer y conocimiento. Comenzó en Europa, pero se extendió, al día de hoy, a más de 130 países. En Italia Slow Food tiene sedes locales llamadas Condotte (conductas). En el resto del mundo los centros locales se llaman Convivia. En Uruguay está el Slow Food Canelones, Colonia, Montevideo Rural y Punta del Diablo.

La representante de Slow Food Canario, Laura Rosano manifestó que se viene trabajando hace un tiempo para fomentar al productor local. “Por esto vamos a lanzar los llamados mercados de la tierra y la certificación a los restaurantes que cumplan con determinados requisitos en el proyecto “Restaurant Kilómetro o Slow Food”. Además, Rosano dijo que es vital el trabajo conjunto con la Comuna Canaria. “Como sabemos que también es un objetivo de la Comuna el apoyo a los pequeños productores vamos a charlar con Desarrollo Productivo para ver cual puede ser el apoyo a este protocolo de mercado”.

Por su parte, Rosano informó de que trata el proyecto llamado “Restaurant Kilómetro o Slow Food”. “La idea es darle una denominación al producto, fomentar al productor local y que los restaurantes tengan una lista de productores para comprar sus productos y darle una identidad regional a la carta menú del lugar”. Este proyecto ya se viene realizando en varios lugares de Europa. Desde el 2004 se hacen encuentros de Slow Food en Italia, lugar de origen del movimiento, y el próximo será la oportunidad para realizar una muestra de productos de Canelones. “Canelones lleva los productos (paté vegetal) de “Sabores Canarios”, que son de unas mujeres productoras del Parque Tecnológico de Las Piedras, además de otros productos de Montevideo y Rocha”, afirmó Rosano.

Los objetivos de Slow Food a nivel internacional son: otorgar dignidad cultural a las temáticas relacionadas con la comida y la alimentación; individualizar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a un territorio, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su categorización y protección en tanto que bienes culturales; elevar la cultura alimentaría de la ciudadanía y, en particular, de las generaciones más jóvenes, con el objetivo de lograr la plena conciencia del derecho al placer y al gusto; promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo y tiempo naturales, al ambiente y la salud de los consumidores, favoreciendo la fruición de aquellos que representen la máxima expresión cualitativa.