Intendenta interina visitó centro de rehabilitación de drogas en la zona rural de Sauce
La Intendenta interina de Canelones, Prof. Gabriela Garrido, visitó el centro Se puede dedicado a la rehabilitación de personas con adicciones a las drogas ubicado en la zona rural de Sauce, con el objetivo de interiorizarse sobre el funcionamiento del proyecto y contribuir a sus posibilidades de desarrollo.
El centro, que se inició a partir de una inquietud familiar, comenzó a construirse en enero y se dedica al tratamiento de personas con uso problemático de drogas desde hace cinco meses, con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Salud Pública.
Durante la visita, la Intendenta interina, el Director General de Obras de la Intendencia, Guillermo Burgueño, y la Coordinadora de calle de la Dirección General de Desarrollo Humano, Lic. Nadia Barreto, conocieron el funcionamiento del centro y la realidad de los jóvenes que allí viven.
Garrido afirmó que la problemática de las adicciones preocupa a muchas familias y afecta a todas las clases sociales, por lo que los centros de tratamiento accesibles continúan siendo insuficientes para brindar una respuesta adecuada.
En este sentido, adelantó que el equipo de la Intendencia que trabaja con temáticas de calle y adicciones apoyará a este centro, referenciando al equipo técnico que trabaja voluntariamente. La Intendencia también colaborará en la mejora de la infraestructura, como la accesibilidad de caminos para ambulancias y la ejecución de un tajamar para la provisión de agua para una huerta en formación. Además, se apoyará con elementos esenciales como colchones, frazadas y alimentos.
El responsable del centro, Héctor Morán, manifestó que la idea se formó en el grupo familiar “con ganas de ayudar a la gente que está en situación de calle, a la gente que está perdida, que necesita una ayuda importante para seguir viviendo”.
Actualmente, se trabaja con 13 personas en rehabilitación, algunas derivadas por el Ministerio de Desarrollo Social y otras becadas. El proceso incluye una etapa inicial de desintoxicación y luego el modelo Minnesota, que busca ayudar a los pacientes a adquirir hábitos saludables, trabajar su autoestima y fortalecer sus relaciones familiares.