La Intendencia de Canelones y el Municipio de Progreso finalizaron las obras de consolidación de los barrios Rigau, Urta y Etchechury, que contemplaron pavimentación, profundización de cunetas existentes y conformación de nuevas, sustitución de alcantarillas, colocación de caños, realización de entradas de vehículos y otros detalles, con una inversión cercana a los $ 12.000.000.

Los trabajos realizados, que contribuyen al tránsito y la seguridad de los vecinos y vecinas de la zona, abarcaron en esta etapa unas 30 cuadras y fueron financiados mediante el fideicomiso de obras aprobado en 2022 por la Junta Departamental de Canelones y ejecutados por la empresa IDALAR en coordinación con la Dirección General de Obras del gobierno departamental y el municipio local.

Luego de resolver detalles del sistema de aguas pluviales, las cuadrillas se dedicaron a la pavimentación, en la que se realizó una sustitución de la base granular de las calles utilizando más de 5000 metros cúbicos de tosca y finalizando con un tratamiento bituminoso doble sellado, con lo que se logró un excelente resultado que es notorio a simple vista para quienes transitan hoy en día por el lugar.

En Progreso estas obras se suman a las que se han realizado anteriormente en los barrios Los Manzanos y Los Ingleses, totalizando casi ocho kilómetros de calles pavimentadas y trabajos de reacondicionamiento con una inversión cercana a los $ 45.000.000.

Las obras y su impacto positivo en la gente

El Coordinador del Gabinete Territorial de la Intendencia de Canelones, Sergio Ashfield, destacó la magnitud de las tareas que se desarrollaron y la importante articulación con el municipio para definir las zonas de implementación. Informó que si bien fueron los últimos trabajos en Progreso previstos para el 2024, ya se están programando acciones de mejoras en el centro este de la localidad para el año entrante, al tiempo que aseguró que se estará finalizando el quinquenio con más de 400 kilómetros de nuevas calles pavimentadas en todo Canelones y con más de 800 kilómetros de sistemas pluviales acondicionados, lo que marca un verdadero hito para el departamento.

Ashfield valoró las obras que realiza la Intendencia por el impacto que tienen en la gente. Al respecto, dijo que “en realidad las obras son simplemente infraestructura, no tienen mucha ciencia. Lo importante es el cambio positivo que generan en la calidad de vida de los vecinos y las vecinas de cada barrio. En este caso, tienen que ver con el poder salir a trabajar, a pasear o a disfrutar de una plaza, transitando tranquilamente por las calles del barrio y eso es lo importante”.

El Alcalde de Progreso, Claudio Duarte, manifestó su satisfacción por poder ver concretada una obra reclamada por la comunidad desde el inicio de la gestión. Se trata de un proyecto de consolidación barrial que mejorará el día a día de la gente que vive en los barrios más antiguos de Progreso, que venían evidenciando un deterioro importante de su infraestructura vial y pluvial.

Remarcó que los barrios de su municipio han experimentado un crecimiento notable en materia de infraestructura vial y espacios de convivencia, contando con 14 plazas, de las cuales muchas han sido creadas o reacondicionadas en este período, y opinó que lo más importante es comprobar que la gente se apropia de esos puntos de encuentro. “Hacés una obra y la gente la disfruta, la valora y la cuida”, dijo.

La satisfacción y el orgullo del barrio

Desde la comisión de vecinos local, su Presidente, Carlos Lima, afirmó que con obras de esta naturaleza “el barrio se siente mejor”, e informó que se viene conversando con el Alcalde para la instalación de algunos sistemas de seguridad como cartelería o lomos de burro en zonas puntuales. “Más allá de eso, esto es muy lindo. Antes en verano comíamos tierra y en invierno barro, ahora la cosa cambió y por suerte vamos mejorando. Nuestra comisión está satisfecha, siempre en contacto con el Alcalde y trabajando para generar cosas”, agregó.

Ana María, una vecina que lleva más de cuatro décadas viviendo en la zona, emocionada afirmó que el barrio se merecía una obra como esta, que resolviera el problema del polvo, la suciedad y los pozos de la calle. Añadió que la ciudad “ha cambiado mucho para bien” en los últimos años. “En Progreso vamos progresando”, dijo entre risas. Otro de los vecinos, José Luis, quien lleva 74 años en el barrio, resumió su sentimiento al expresar que “era una cosa necesaria y ahora es un verdadero orgullo para quienes vivimos acá”.