El Intendente de Canelones, Prof. Yamandú Orsi, saludó a funcionarios y funcionarias de la institución en el hall del Palacio Municipal. En su discurso, Orsi realizó un repaso de lo más importante de su pasaje por el Gobierno de Canelones, que, según sus palabras, finaliza en febrero y duró 18 años.

Palabras del Intendente Yamandú Orsi

“Normalmente, hacemos esta actividad acá, un lugar tan emblemático como lo es el Palacio Municipal, pero como ustedes saben la Intendencia en el departamento tiene 30 palacios chicos, más los corralones, más las casas de la cultura, más la gente que hoy está en la calle trabajando. Siempre soñé, y no lo pude cumplir, con transmitir algunos de estos mensajes en aquellos lugares que recién mencioné. Es bueno pasar por esos lugares. A veces se trabaja en las mejores condiciones, a veces hay que mejorarlas y ustedes lo saben bien.

Mi intención es que esto también pueda llegar al resto de los ámbitos en los que hay gente trabajando. Me ha tocado dar mensajes en la culminación de algunos de los ciclos. En la primera administración, hice un una especie de despedida porque me iba y me tocó retornar. Pero también me pasó que estuve 10 años como Secretario General, por lo tanto, para quienes no estaban –que son muchísimos porque estoy viendo caras nuevas, todas nuevas, y hay una transformación y un cambio de generación– nosotros empezamos a tener este tipo de mensajes en 2005. Son ciclos de cinco años, en los que nunca se sabe claramente cómo se sigue. Los mensajes, cuando me tocó darlos, siempre coincidían con el fin del ciclo de gestión departamental. En este caso es muy particular porque, como es sabido, a partir de febrero ya no voy a estar.

Entonces, lo primero a reflexionar es: hasta el 2025 hay que seguir trabajando, hay muchas cosas para hacer y hay cosas encaminadas. También me voy con todo lo que falta en el departamento, incluso para avanzar en lo que es la carrera funcional y muchas cosas que sabemos que deberíamos profundizar y corregir. En todos estos años han pasado muchas cosas y siempre con el sabor agridulce de cuánto faltó para cerrar un año o para cerrar un ciclo.

También me di cuenta de que es parte de la adrenalina que te hace seguir, volver y seguir con ganas, pero también uno le toma cariño a la gestión, que es un desafío. Mucha gente espera mucho de nosotros y eso ustedes lo saben. El escenario en el que ustedes están trabajando ha ido cambiando hasta en el paisaje humano, no porque se trabaje menos, es porque ha cambiado hasta la forma. Todo se tenía que resolver acá, había que venir hasta la Intendencia, ir a la Junta. Hasta los sonidos cambiaron. Quienes estaban acá en 2005 saben que el ruido de la máquina de escribir era lo más característico y las esperas, ¡porque había que esperar! Hoy la tecnología permite que no tengas que esperar o quizás que no tengas ni que venir. Hay cosas que cambian poco, algunos de los trabajos de los municipales cambian poco, en gestión ambiental es más o menos parecido. Apareció el contenedor no hace tanto; sacamos la plata de las cajas. También la tecnología y las cosas te obligan a cambiar. Hoy tengo un celular en el que puedo hacer un montón de cosas y no es porque haya mejores gobiernos ahora que antes, sino porque la tecnología te empuja. El tema es si te pones a tiro o te pasa el tren y no lo agarrás. Creo que nos estamos poniendo a tiro.

Agradezco a los que hace años que están acá. No hablo de gobiernos, hablo de momentos. Porque hay razones que son difíciles de explicar, historias de dificultades para cobrar el salario. Este país pasó por eso y el Gobierno Departamental también. Es impensado hoy. Hemos mejorado como país en ese sentido. Los expedientes, por ejemplo, hemos ido al despacho de un director y habían montañas de papeles. No pasó tanto tiempo. Tampoco somos extraterrestres, hemos ido acompañando el proceso de modernización que tiene que tener la gestión, pero también podemos decir –en eso un poquito de camiseta hay que tener– que nos hemos adelantado a otras instituciones.

Empezamos a pensar en un expediente electrónico en 2006 y ya en 2007 teníamos todo encaminado y quienes nos ayudaron en un principio, que en aquel momento eran de la Intendencia de Montevideo, terminaron ejecutándolo en 2017. Eso no fue porque somos unos cracks, fue porque acá hay gente que sabe, que se animó y lo hizo. Soy de los que piensan que hay que defender al funcionario público y al funcionario municipal sobre todas las cosas.

Soy funcionario público desde antes; mi profesión es la docencia. Por lo tanto, yo siempre fui funcionario del Estado, más allá de las changas que uno haya hecho. Pero no había estado casi 20 años, es una vida. Siendo funcionario o jerarca de acá formé mi familia. Soy de la ciudad de Canelones y no me resulta extraña la Intendencia. Para los de otras localidades, entiendan quienes estamos acá, que la Intendencia no existía. No habían municipios, en algunos lugares no habían ni oficinas. Es que la complejidad de este departamento es increíble.

Con Loreley Rodríguez entramos en 2005 y se da una coincidencia: Loreley deja la gestión porque se jubila y en mi caso me lanzo a otras actividades y veré cómo me va. Son los momentos en los que uno cumple una etapa y me siento orgulloso de haber trabajado acá. Siento que se puede hacer muchísimo desde una gestión departamental. Siempre se hablaba de que el ABC de la Intendencia era la basura, el alumbrado, el barrido y las calles. Es mucho más y aparecen cosas imprevistas: la pandemia, la lluvia –cuando hay que rescatar a la gente– y alguna macana grande que precisamos todos ponernos a trabajar, a veces con costos que desde el punto de vista humano nos duelen.

Cuando me toca hablar en clave política, pongo a los Gobiernos Departamentales con mucha relevancia porque son las pistas de aterrizaje, muchas veces, de lo que manda el Gobierno Nacional. Entonces en esta tarea, desde lo afectivo, por su puesto, y desde lo que aprendí, se puede hacer muchísimo. Cuando uno ve que hay un funcionario que crece, que va asumiendo responsabilidades, que uno lo vio entrar y hoy está en un lugar de relevancia y otros toman la posta, es maravilloso. Se precisa una barra que tenga la camiseta puesta y que sienta orgullo de dónde está y sé que eso pasa. Lo bueno es no sentirme ajeno, entrar a una oficina y sentirme como en casa. Me doy cuenta de que soy el Intendente pero me siento muy cómodo porque siento que está mi gente. Muchísimas gracias y felices fiestas.”

Balance

La Directoria General de Administración, Cra. Mariana Anza, realizó un balance del año 2023 y expresó que están “muy contentos con lo que ha sido el proceso de desarrollo personal y profesional de los funcionarios de la Intendencia. Tuvimos dos procesos grandes de presupuestación y concursos de ascensos, para la institución y para que cada uno de los trabajadores y trabajadoras se consoliden en cada uno de los lugares de trabajo.”