Del 23 al 26 de noviembre, el Prado-Parque Cultural Canelones se convirtió en un escenario de ensueño ya que decenas de carpas de colores se alzaban sobre el césped, reuniendo a más de 350 artistas de América y Europa en un espacio de intercambio educativo y artístico.

La convención 

Contó con el apoyo del Gobierno de Canelones, y con el dedicado trabajo voluntario de muchos cirqueros organizados (CUMYC), trabajó como cada año para ofrecer espectáculos gratuitos para todo público en una carpa que quedó chica en cada noche. Entre los muchos artistas nacionales e internacionales, se destacó la presencia de Etienne Chauzy -Cirque du Solei, 7 fingers- que deslumbró con su arte, pero que también participó de los talleres como uno más. Chauzy era uno de los ejemplos de la dimensión educativa y artística de la convención, una fiesta entre iguales.

Los talleres

Algunos practicaban sus números, otros intercambiaban consejos y experiencias, y otros simplemente disfrutaban del ambiente de camaradería que se respiraba en el aire. Los talleres fueron una oportunidad única para que los artistas circenses pudieran aprender de los mejores, pero con amor cirquero, los talleres estuvieron abiertos a docentes y público en general, que se animaron a probar diferentes disciplinas.

El circo es una expresión artística que forma parte de nuestro patrimonio cultural, pero que no cuenta con estudios formales en nuestro país. Por este motivo, “la conve” se ganó un espacio como evento de referencia.

La dimensión social

La convención es pensada desde una dimensión social, por la propia organización, y en esa misma línea la propia Intendencia entiende el potencial transformador del circo.

Canelones es el único departamento que cuenta con una Unidad de Circo Social dependiente de la Dirección de Cultura. Esta unidad trabaja con poblaciones vulnerables, discapacitados y adultos mayores, desde la educación no formal, generando vínculos, educando en valores, y fomentando el desarrollo personal y colectivo a través del circo.

Queda cada noviembre en Canelones marcado en el calendario: la Convención de Malabares y Circo es una fiesta de respeto, cooperación e inclusión, que transforma nuestra realidad objetiva con una nariz de payaso.