Jaureguiberry contará con la primera Escuela Sustentable de América Latina
El primero de febrero comenzarán las obras de la primera Escuela Sustentable de nuestro país y de América Latina, que estará ubicada en Jaureguiberry y le permitirá a la comunidad vivir a diario la reutilización de residuos, el aprovechamiento de los recursos naturales y el respeto hacia el medio ambiente. El centro educativo tendrá 270 m2 y una capacidad para 100 niños, quienes podrán disfrutar y aprender a través de un vínculo directo con la naturaleza.
Este es un proyecto fundacional de Tagma, organización uruguaya sin fines de lucro, conformada por técnicos y profesionales que trabajan de forma voluntaria con el objetivo de construir y habitar el mundo de maneras más sostenibles, en una lógica de intercambio con la naturaleza que se traduce en mejor calidad de vida.
La construcción se llevará a cabo junto al arquitecto estadounidense Michael Reynolds, creador de Earthship Biotecture, una empresa con 45 años de experiencia en construcciones autosustentables que llegará con su equipo a Uruguay para comenzar la edificación.
Durante un mes, más de 100 voluntario de Uruguay y del mundo participarán de la construcción mientras aprenden el método constructivo de Earthship para poder luego replicar la experiencia e iniciativa en otras partes del territorio uruguayo.
Martín Espósito, Coordinador de la Escuela Sustentable, contó que voluntarios de más de 25 países diferentes se anotaron en este curso de construcción teórico-práctico, que durará un mes, que es lo que llevará la construcción del centro educativo, asegurando que es una experiencia muy interesantes porque “significa construir y enseñar a diferentes personas a construir este método innovador”.
Contó además que el centro educativo a construir cumple con todos los requerimientos de ANEP y se utilizarán para su realización materiales tradicionales y no tradicionales, reutilizándose residuos como llantas, vidrios, latas y cartones. “El 60% de los materiales que se van a usar para construir son reciclables. Vamos a usar 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 m2 de cartón, 8.000 latas de aluminio”, indicó Espósito, explicando que “esta bueno que los niños aprendan que el desecho en realidad no es un desecho sino que además puede ser un material de construcción y que puede tener un montón de usos más”.
Finalmente explicó que el proyecto propone además de la obra en sí el concepto de sustentabilidad para su mantenimiento a través de la utilización de energías renovables, el tratamiento eficiente de aguas y la aplicación de un método constructivo que permite mantener una temperatura estable en el edificio prescindiendo de métodos de calefacción o enfriamiento adicionales.
Estas obras finalizarán el 10 de marzo, quedando la escuela pronta para recibir a los alumnos en este año lectivo, en lo que será sin dudas una experiencia muy interesante para los niños y para todos los vecinos de la zona.