La Dirección General de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones impulsa diferentes programas para informar, concientizar y facilitarle a la población las herramientas necesarias para mejorar la calidad del medio ambiente, preservando los recursos naturales. En este contexto, el programa Escuelas Sustentables está dirigido a los más pequeños para que aprendan la forma correcta de manejar los residuos y que puedan replicar en sus entornos estos conocimientos, para cambiar y mejorar sus hábitos y costumbres. El objetivo es llegar a las escuelas públicas del departamento, no solo a las urbanas sino también a las rurales.

En esta oportunidad, la Coordinadora del Área de Educación Ambiental, Rosana Silva, llegó con el proyecto a la Escuela Rural N° 126, conocida como Escuela La Carreta, ubicada en el empalme de las rutas 8 y 9, Paraje Piedras de Afilar, en la jurisdicción del Municipio de Soca. Esta escuela fue fundada en 1931 y actualmente cuenta con 39 alumnos divididos en dos grupos y con dos docentes.

La Directora de este centro de estudios, Mary Radesca, destacó como muy positiva la llegada de este programa. “Había trabajado en años anteriores con Rosana, fundamentalmente en la parte de reciclado en Ciudad de la Costa, y me pareció una buena oportunidad empezar a trabajar en las escuelas rurales”, manifestó. Resaltó además la posibilidad que brinda la Intendencia de poner a disposición de la comunidad los conocimientos, el manejo y el aprovechamiento de los residuos que se generan en cada hogar. Enfatizó, a su vez, la participación de los alumnos, ya que “estuvieron muy atentos. El uso de la compostera no habían podido experimentarlo y es todo un desafío saber manejar correctamente los residuos orgánicos”.

Por su parte, Silva remarcó que fue “un día especial porque las tres escuelas que ingresaron al programa son del Agrupamiento de Escuelas Rurales de Soca. Estamos dando un paso más porque, si bien es cierto que trabajamos mucho con las escuelas urbanas, hay una demanda desde la comunidad rural y tiene que ser atendida”.

Resaltó, asimismo, que “lo lindo que tiene la escuela rural es el multigrado y tenemos la interacción desde el más pequeño hasta el que está culminando el ciclo escolar. Vinieron también los padres, lo que significa una mancomunión de esfuerzos para lograr un objetivo común”. Por último, reflexionó sobre la importancia del “involucramiento de todos quienes de una manera u otra rodean y sustentan a esta escuela. El cambio viene cuando nos involucramos todos”.