El Intendente de Canelones, Marcelo Metediera, realizó la apertura de la edición 2024 del evento denominado Directo del Viñedo, que se desarrolló en el Hotel Hampton By Hilton Carrasco del departamento. El encuentro contó con la organización de la Asociación de Enólogos de América y la participación de expertos de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Bolivia y Uruguay.

El objetivo del encuentro fue propiciar un intercambio que permita conocer en profundidad los resultados del último ciclo de producción, que finalizó con la reciente vendimia 2024 en cada rincón del continente con diferentes características y con una serie de desafíos debido al cambio climático cada vez más evidente.

La actividad fue presenciada por una buena cantidad de asistentes y transmitida en vivo por medios digitales a todo el mundo. Contó con la conducción del enólogo uruguayo Fernando Pettenuzzo y los auspicios de la Intendencia de Canelones, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) y numerosas empresas referentes del sector.

El Intendente Metediera, que valoró el evento como un hecho “significativo”, agradeció que se haya escogido para su realización a nuestro departamento y afirmó que para Canelones “fue un gusto apoyar el trabajo de la Asociación de Enólogos de Uruguay y América”. El jerarca dijo que resulta sumamente interesante conocer las situaciones particulares que deben enfrentar los países productores de vino de nuestro continente, muchas veces relacionadas con dificultades climáticas.

Remarcó que el vino es una de las actividades productivas más importantes y una verdadera carta de presentación de nuestro departamento, por lo que la Intendencia continuará participando en misiones internacionales para lograr exportaciones, para generar distintas instancias de presentación del producto y estar muy cerca de los productores, acompañándolos también en tiempos de dificultades.

El Presidente de la Asociación de Enólogos del Uruguay y miembro de la organización general de Directo del Viñedo 2024, Fernando Picardo, informó que el evento llegó por primera vez a nuestro país en esta cuarta edición luego de realizarse los años anteriores en Brasil (en dos oportunidades) y en Chile en 2023. Explicó que el hecho de escoger a Canelones como sede obedeció a la importante participación que nuestro departamento tiene en el sector.

Entre los disertantes de la noche, representando a Uruguay hizo uso de la palabra el enólogo Eduardo Rosés, integrante de una reconocida familia de productores vitivinícolas de Sauce, que valoró el evento como una interesante oportunidad de intercambio.

Respecto a los vinos nacidos en Canelones, Rosés explicó que nuestro departamento cuenta con ciertas características particulares: “en Uruguay, si bien es un país chico, tenemos distintas zonas con cierta variabilidad climática y topológica que hacen que tengamos vinos con diferencias bien marcadas. Particularmente Canelones tiene una riqueza muy grande en cuanto a la tradición vitivinícola”.

Apuesta departamental al sector vitivinícola

Indudablemente Canelones apuesta a la vitivinicultura como una de sus principales actividades productivas y culturales. En su territorio se ubica más del 60 % de las bodegas del país, siendo el tannat la cepa insignia de Uruguay y su carta de presentación en el mundo.

Es un rubro generador de crecimiento económico en sí mismo con más de 800 viñedos –que representan el 66,3 % del total a nivel país– y una superficie ocupada de 3958 hectáreas (66,1 % del total nacional), con 90 bodegas instaladas. Además, Canelones alberga el 70 % de la producción de uva.

Las fortalezas comparativas y la calidad de los vinos uruguayos invitan a pensar en la posibilidad de transformar a la región metropolitana en un destino del vino a escala global. A escala local, se llevan 20 años de crecimiento ininterrumpido, lo que significa una importante vía de difusión del vino nacional a través de sus visitantes.

En la actualidad, Canelones está recorriendo un camino que busca pasar a un escenario en el que lo público asuma un liderazgo que promueva la visibilidad de la cultura vitivinícola metropolitana. Sumando de esta forma nuevos actores a los beneficios económicos y, fundamentalmente, puestos de empleo relacionados con la actividad.

En ese sentido, se viene trabajando para trasladar el Museo del Vino a la cava de la Escuela de Enología, origen de la formación enológica del Uruguay desde hace más de 80 años; un proyecto que aspira a posicionarse como el kilómetro cero de la enocultura, donde se visibilice el patrimonio vitivinícola departamental, alcanzando al público local metropolitano, hasta ahora ausente de estos circuitos.