La Intendencia de Canelones y el Municipio de Toledo realizaron la presentación del libro “Toledo, los Espíritus del Pueblo” llevado a cabo por el Grupo Taller “Leyendas de Toledo” con la coordinación de Néstor Ganduglia, volumen que pertenece a la Biblioteca Canaria, colección 250 aniversario del Natalicio de José Artigas.

Estuvieron presentes el Alcalde de Toledo Eduardo Galloso, Alcalde electo Álvaro Gómez, Diputado Carlos Reutor, concejales y representantes de instituciones educativas: escuela 100, 176, 129, 236, 285, Liceo 1, UTU, Caif Campanitas 1 y 2 y club de abuelos.

<strong> Toledo, los Espíritus del Pueblo<strong>

En el marco del mes del libro, los Toledanos, ofrecen su aporte a la memoria, a la identidad y a la historia local. En “Toledo, los Espíritus del Pueblo” convergen las historias de vecinos y vecinas que escribieron sus voces, a través de un largo proceso vivido en el Taller “Leyendas de Toledo”. Este camino culminó hoy con la presentación de esta maravillosa obra en la que se mezclan historias reales, ficticias y aquellas que están ocultas, historias del pueblo donde surge la memoria colectiva.

<strong> La oratoria<strong>

El Alcalde Galloso, agradeció a los presentes y transmitió al público, en su mayoría niños y jóvenes, la importancia de este libro. “Una gran historia de Toledo”, “hoy es un día muy especial” como destacó en su oratoria.

A continuación Néstor Ganduglia, Coordinador del Taller “Leyendas de Toledo” contó a los presentes acerca de la experiencia. “Parece que el libro tiene una docena de autores y eso es engañoso, no es así, participaron muchas personas más: algunas que están aquí presentes, otras que están en el pueblo y otras que ya no están, quizás desde hace mucho tiempo (…) aparecidas en los campos, los que silban en la noche en el paso a nivel, los que sacuden las camas de abajo mismo de la tierra. Son muchísimas no sólo las voces sino las generaciones del pueblo de Toledo que pusieron sus voces y vivencias en este libro”. Acerca del concepto de memoria destacó que “es algo que va a desafiar a quienes todavía creen que la memoria es algo que mira hacia el pasado, es un grave error. La memoria es un modo de mirar los futuros posibles”.

En una segunda instancia Ganduglia comentó la composición del libro: “el libro cuenta con dos grandes capítulos, que debieron estar separados por una página completamente en negro porque ella simbolizaba un antes y un después de una dictadura militar que de alguna manera transformó por completo las historias y tradiciones orales”.
Así invitó a todos/as a escribir más páginas y a continuar con la historia, “liberar secretos, sanar memorias, decir dolores callados desde hace tiempo”.

<strong> Los autores<strong>

Los autores que participaron del libro compartieron cada uno su experiencia. Un ejemplo de ello es Libia de la Fuente “Lula”, como la conocen en el pueblo, hace 82 años vive allí. “Me invitaron a participar en el libro. Yo le expliqué a Ganduglia que no sabía acerca de historias de misterio, que yo lo podía ayudar con las historias de Toledo y la gente del pueblo. Así comenté sobre la historia de Doña Ema que trajo las comunicaciones al pueblo, después sobre las fogatas de San Juan. Esto me deja una emoción muy grande, anoche estaba leyendo el libro y estaba llorando, me trajo esos recuerdos de la niñez ...”

Jaqueline Torres, comenzó sin saber que se podía llegar a construir. “Necesariamente tuvimos que hacer un proceso. La intensidad del libro se fue transformando, todo debido a las personas que integraron el grupo. Me pasó con “Lula”, se fue reconstruyendo ese Toledo pasado a través de sus ojos. No me costó nada comprometerme con la historia de Toledo, cuando fui escribiendo escribí un poco de ella, un poco de mí, fue una reconstrucción de todo, fue muy placentero para mí escribir lo que “Lula” me transmitía.”

Álvaro Gómez, Alcalde electo, también participó en la creación del libro. “Mi historia fue de la época en la que era estudiante en Piedras Blancas y mientras esperaba el ómnibus los militares rodearon una casa, y nos retiraron del lugar. De esa casa se llevaron detenidos a toda la familia y durante muchos años esa casa estuvo cerrada. Después supimos que algunos integrantes de la familia habían desaparecido, otros emigraron al exterior. Mi historia cuenta esa tarde, dura, cruel, de sentir mucho miedo y como el miedo se había apoderado de nosotros, los ciudadanos, que ni siquiera lo podíamos contar, decir lo que habíamos visto. En mi casa lo conté días después. Es una forma de recuperar la memoria y homenajear a esa familia que fue “arrancada” de Toledo. Esto me deja los re-encuentros, sentimientos y la cantidad de gente que aportó a cada una de las historias”.